Sergio Berni fue corrido a las piñas y piedrazos de una protesta de colectiveros por el asesinato de un chofer de la línea 620 en Virrey del Pino. El funcionario fue herido en el rostro y estuvo cerca de ser linchado, ante una inacción policial que llamó la atención.
Fiel a su estilo, el ministro de Seguridad bonaerense apareció sin custodia en el corte que los colectiveros realizaban en General Paz y ruta 3, pero apenas se acercó al lugar lo recibieron con insultos, golpes de puño y palazos, entre otros objetos contundentes.
Berni tuvo que retroceder protegido por su par de Transporte, Jorge D’Onofrio, y un grupo muy reducido de personas que quiso evitar que lo lincharan y apenas pudo frenar los golpes.
Recién después de algunos minutos aparecieron unos pocos algunos efectivos de la Policía de la Ciudad que pudieron resguardar a Berni contra un paredón, a la espera de que se calmaran los ánimos o de que se pusiera en marcha un operativo para evacuarlo.
Llamó la atención la demora de una intervención policial más importante. La infantería de la Policía de la Ciudad tardó algo más de media hora en ingresar al lugar donde estaba Berni y armar un escudo humano para sacarlo, para lo que debió tirar gas y algunos bastonazos contra los choferes.
Pero más llamó la atención es que en ningún momento intervino la Policía Bonaerense, que Berni conduce, y que brilló por la ausencia mientras al ministro lo agarraban a piñas y su seguridad personal corría serio riesgo.
En círculos políticos la ausencia de la Bonaerense fue interpretada como un síntoma de la pérdida de poder del ministro, que nunca pudo conducir por completo a la fuerza y siempre fue muy cuestionado por su apuesta al show público y la falta de acción concreta contra la inseguridad.
Berni tuvo que ser retirado casi a la rastra por efectivos de la Policía de la Ciudad, que le pusieron un casco de ciclista y lo subieron a un auto blindado. El ministro intentó resistirse a que lo saquen, pero se terminó cayendo al piso.
En el medio de los incidentes, el funcionario intentó abrir un diálogo con los choferes, pero la mayoría seguía enardecida. “Mentiroso”, “hijo de puta”, fueron algunas de las respuestas que recibió.
“No hay nadie que ponga la cara como yo y me banco lo que sea, no salgo corriendo como los demás”, desafió Berni antes de ser retirado del lugar.
Daniel Barrientos, chofer de la línea 620, fue asesinado de un disparo en el pecho esta madrugada en Virrey del Pino, luego de que un grupo de delincuentes se subiera a la unidad y se agarrara a los tiros con un policía porteño que estaba a bordo. Por el hecho, la UTA lanzó un paro total en las líneas de la zona oeste del Conurbano.
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