
La medida, con vigencia por 15 días hábiles, ordena el cese inmediato de cualquier medida de fuerza o sanción interna y busca destrabar una situación que ha llevado a que, según datos oficiales, entre un 30% y un 70% de los residuos no estén siendo recolectados en distintos puntos de la capital.
Mientras se acerca el fin de semana y cientos de visitantes de provincias como Buenos Aires tienen previsto llegar a Córdoba para disfrutar sus vacaciones invernales, la ciudad recibe a propios y extraños con basura acumulada e imágenes impensadas en su centro histórico, barrios residenciales y avenidas principales. Esos tachos colmados, bolsas rebalsadas y contenedores reventados son testigos silenciosos de un conflicto que enfrenta a la Municipalidad, las empresas encargadas de la recolección y el sindicato de recolectores, el Surrbac.
Frecuencia reducida
Durante las últimas 48 horas, la ciudad experimentó una reducción dramática en la frecuencia del servicio de higiene urbana. Según datos oficiales, entre un 30% y un 70% de las rutas no fueron recorridas, incluso en puntos neurálgicos como el microcentro y Nueva Córdoba.
Frente a esto, la Municipalidad de Córdoba reconoció irregularidades en el servicio. A través de la Dirección de Higiene Urbana, se notificaron “incidencias” a las prestatarias (Urbacor, LAM y Lusa) y se exigió la normalización inmediata. Advirtieron además que estas fallas representan un riesgo sanitario y ambiental.
Desde el Palacio 6 de Julio apuntan directamente al gremio como responsable. Aunque no hay una medida formal anunciada, sostienen que hay una retención de tareas encubierta. En paralelo, se quejan de que el conflicto también afecta el funcionamiento del complejo Piedras Blancas, donde se procesan residuos de más de 40 municipios.
Por su parte, el Surrbac respondió con un comunicado duro en redes sociales: “La basura a veces no está en la calle, está en los que mienten y engañan”, escribieron. El gremio negó rotundamente haber lanzado una medida de fuerza y aseguró que la prestación del servicio es normal en toda la provincia, incluida la capital.
Agregaron además que el verdadero problema radica en los “déficits de herramientas laborales” producto, según afirman, de millonarias deudas del municipio con las empresas prestadoras. Según el gremio, esto impide la operatividad completa de los servicios, aunque las cifras no fueron verificadas de forma independiente.
Las empresas, en tanto, intentan mantener un tono más cauteloso. Aunque reconocen que se están cubriendo apenas entre 30 por ciento y 40 por ciento de las rutas, evitan hablar de medidas gremiales formales. Desde LAM afirmaron que no recibieron ningún reclamo directo, pero notan una fuerte merma en las tareas asignadas.
En una reunión llevada a cabo este viernes en el Palacio 6 de Julio, el secretario de Ambiente, Gabriel Martín, y el secretario de Gobierno, Rodrigo Fernández, se encontraron con representantes de empresas y municipios del Ente Metropolitano para pedir la intervención de la Provincia.
El objetivo es claro: evitar que el conflicto se extienda y establecer un espacio de diálogo que no dependa exclusivamente de los recursos de la ciudad capital.
Contingencia
Ante la urgencia, la Municipalidad activó un plan de contingencia para limpiar los puntos más críticos con recursos propios. Se sumarán camiones y cuadrillas del área de Ambiente, y se evalúa la coordinación con Córdoba Obras y Servicios (COyS), que continúa con tareas de barrido.
Aunque el conflicto ahora ingresa en una etapa de negociación formal, la demora en la recolección continúa y Córdoba se muestra en una imagen poco habitual para los turistas: descuidada, sucia y tensa en plena temporada alta.