Además, el temor es que haya un fuerte recorte de personal, que incluiría personal no permanente y becarios. Quienes llevan adelante trabajos de investigación alertan que eso sería un golpe letal, que además cortaría la histórica cadena de transmisión de conocimiento del organismo.
Frente a eso, y ante la inminencia de la decisión oficial de cambiar de cuajo al Inta, primero fue la Mesa de Enlace Nacional a comienzos de la semana pasada la que se expresó en favor del organismo y sugiriendo que los cambios no alteren la esencia del organismo que fue y es vital para el desarrollo de la actividad agropecuaria en los distintos rincones del país y con las más diversas producciones.
Sobre el cierre de la semana fue la Mesa de Enlace Córdoba la que decidió emitir también un comunicado entre las cuatro entidades manifestando que “adhiere y ratifica en todos sus términos lo expresado en el reciente comunicado de la Mesa de Enlace Nacional sobre la situación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Ente ágil, eficiente e innovador, que promueve la sostenibilidad de la producción y de los productores”, puntualizó la entidad provincial.
Y agregó: “Ante las versiones que indican una inminente modificación sustancial en la estructura y esencia del INTA por medio de un decreto, consideramos fundamental reiterar nuestra postura de defensa y resguardo del organismo”. Recordaron también la reunión que las autoridades nacionales de CRA, Sociedad Rural Argentina, Coninagro y Federación Agraria mantuvieron con el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Sergio Iraeta, y con el presidente del INTA, Nicolás Bronzovich, junto a su vicepresidenta, María “Pilu” Giraudo. Durante este encuentro se coincidió en que algunas modificaciones son necesarias para modernizar y eficientizar el INTA. No obstante, la Mesa de Enlace “se mantuvo firme en tres reclamos fundamentales al gobierno nacional. Autarquía del INTA, es esencial que el organismo mantenga su autonomía operativa y de gestión. Gobernanza, la estructura de gobernanza del INTA debe preservarse para asegurar una representación equitativa del sector productivo en su dirección. Estructura de Centros Regionales, los Centros Regionales del INTA son instrumentos imprescindibles para el desarrollo agropecuario en nuestro país y deben seguir funcionando sin modificaciones que perjudiquen su operatividad”.
Y cerraron: “Estamos profundamente comprometidos con el futuro del INTA, entendiendo que los productores necesitan un organismo ágil y eficaz, con amplia presencia territorial que promueva el desarrollo agropecuario y beneficie a todos los argentinos. Cualquier medida que amenace esta estructura perjudica a todo el sector y a la producción nacional. La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias Regional Córdoba seguirá trabajando junto a la Mesa Nacional para fortalecer el INTA como la herramienta clave que es para el desarrollo agropecuario de nuestro país”, puntualizaron.
Bajo el paraguas de los dirigentes del agro, llegó finalmente el posicionamiento del gobernador Martín Llaryora, que sigue alimentando el buen vínculo con el campo y que se esfuerza en reafirmarlo cada vez que tiene una posibilidad de contrastar con la Casa Rosada, ya sea por retenciones o, ahora, con el Inta. Es por eso que el mandatario destacó ayer que “al INTA hay que fortalecerlo, no ensuciarlo para vaciarlo”.
A su vez, consideró que “quienes toman decisiones deberían venir al interior, recorrer nuestros campos y escuchar a los productores, quienes trabajan de sol a sol a pesar de las malditas retenciones. Desde el Obelisco, y sin diálogo, es imposible comprender la realidad de nuestra gente de campo”, espetó Llaryora.
Y en forma retórica, preguntó: “Además de los más de 3.500 millones de dólares que el Estado nacional se lleva cada año de Córdoba por las retenciones, ¿también quieren destruir nuestro talento?”.
Así, el mandatario cordobés expresó que “al INTA hay que modernizarlo, impulsar alianzas estratégicas con el sector privado y fortalecer su vínculo con el entramado productivo, científico y académico. Cerrar el INTA sería cerrar otra puerta al progreso y a la innovación que el país necesita”.
En síntesis, Llaryora sostuvo que “defender al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria es defender al campo argentino. Allí abundan el talento, la vocación y la experiencia; por eso reivindico la calidad profesional de cada una y cada uno de sus trabajadores, quienes todos los días aportan al desarrollo nacional”.
