

Con Cristina Kirchner liderando la reunión, el Partido Justicialista discutió durante tres horas en la sede la calle Matheu el desarrollo y las proyecciones de las elecciones de este año. En el encuentro hubo un consenso unánime en destacar que el desdoblamiento en la provincia de Buenos Aires supone un riesgo para el peronismo.
Los resultados de la elección en la Ciudad de Buenos Aires son la base del análisis. De allí surgen dos afirmaciones muy concretas: una establece que Axel Kicillof no logrará provincializar la elección y, por el contrario, habrá una discusión nacional donde La Libertad Avanza saldrá fortalecida. La otra afirmación sostiene que todo el arco opositor se unirá para cuestionar la gestión del gobernador en provincia.
Esas dos variables -planteadas anoche por los principales referentes del partido- fueron clave para la derrota de Jorge Macri en la elección del 18 de mayo.
La nacionalización de la elección bonaerense es un hecho que reconocen incluso dentro del armado político del gobernador. Es que es el propio Kicillof quien se ocupa de confrontar directamente con Javier Milei llevando la discusión a la superestructura.
“Si tomamos lo que sucedió en las elecciones porteñas, claramente el intento de provincialización fracasó. Jorge Macri adelantó las elecciones para que se discuta sobre la gestión y eso no sucedió”, dijo Agustín Rossi, uno de los consejeros del PJ más activos en la reunión de anoche.
El peronismo ante el riesgo de una doble derrota
“Yo creo que se corre serio riesgo que ese objetivo (la provincialización de la elección) no se cumpla y que finalmente la elección de septiembre, al igual que en la Ciudad, termine siendo motivada por las cuestiones nacionales”, agregó a Futurock.
En cuanto a los cuestionamientos sobre la gestión, fue Juan Manuel Olmos quien planteó en la reunión que cualquier gestión es falible de críticas. Quizás por eso el lunes el gobernador se explayó durante largos minutos en una conferencia de prensa sobre las estadísticas de homicidios en la provincia. Se sabe que el control del poder político sobre la inseguridad es limitado y que los hechos sangrientos suelen cobrar mayor dimensión en meses de campaña.
Quienes estuvieron anoche en la sede de Matheu aseguran que no hubo ninguna mención puntal a Kicillof durante toda la reunión. “No se le pedió a nadie, a ningún gobernador, que modifique sus decisiones. Simplemente se hizo un análisis muy crítico de la situación por la que pasan todas las provincias”, dijo Teresa García al salir de la reunión.
Sí hubo, en cambio, planteos sobre las consecuencias de la estrategia electoral en la provincia. Incluso se plasmó cómo es posible que dos gobernadores como Gerardo Zamora y Raúl Jalil hayan optado por elecciones concurrentes y que en la provincia de Buenos Aires -principal bastión del peronismo- se avance con una estrategia diferente.
Por el contrario, en el PJ entienden que la mejor estrategia era ir con elecciones concurrentes. Entienden que se logra unificar discursos, esfuerzo y logística. Pero además revelan un dato importante: no es lo mismo unificar un cierre de listas que tener dos cierres separados. “Te permite otro juego. Contás con mayor capacidad para contener a todos”, dicen en el partido.
Otro factor para reclamar concurrentes es la baja participación del electorado. Por caso, en la Ciudad fue la más baja en los últimos 28 años y apenas llegó al 53%. En el PJ entienden que una sola elección en octubre asomaba como una propuesta más atractiva a ante un decaimiento de la participación popular.
Cristina convocó a una cumbre del PJ para debatir el desdoblamiento
El principio de acuerdo entre La Libertad Avanza y el PRO encendió las alarmas. En el peronismo advierten que pueden enfrentar una doble derrota: primero en las elecciones provinciales de septiembre y luego en las nacionales de octubre.
El riesgo crece aún más si se sume el radicalismo (o buena parte del partido) a ese frente electoral. Si se suman los votos de las elecciones seccionales de 2023 conseguidos por La Libertad Avanza y la alianza Juntos, esas fuerzas opositoras unidas superan al peronismo en todas las secciones, menos en la Tercera.
El fantasma de un mapa de la provincia de Buenos Aires pintado casi en su totalidad de violeta la noche del 7 de septiembre acecha y con fuerza. Ante ese escenario parece imposible encarar sin derrotismo la elección nacional, apenas siete semanas después
Con todo, desde el partido remarcan que Cristina Kirchner sigue apostando a la unidad. “Ella remarca a todos la necesidad de unidad”, dicen en el PJ. El planteo se contrapone con las declaraciones de Carlos Bianco, uno de los funcionarios más cercanos a Kicillof, quien lanzó el fin de semana un mensaje claro y sin rodeos: “no queremos más unidad hasta que duela ni rejunte electoral”, dijo.
Por estos días, las posturas más duras respecto de la unidad y el diálogo dentro del peronismo surgen desde La Plata. En el axelismo plantean que la próxima conversación dentro del peronismo será en el cierre de listas.