La Corte deja firme la condena por el intento de asesinato de un abogado en pleno centro de Rosario

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 El impactante intento de asesinato contra un ex decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Rosario Guillermo Peyrano, intentado en 2015 por un abogado que fue condenado por ese ataque, quedó firme de modo definitivo por una decisión de la Corte Suprema de la Nación. A Peyrano le dispararon dos veces, por la espalda y a corta distancia, en pleno centro de Rosario. Uno de los balazos le impactó en el cuello pero salvó la vida.

Tras la conmoción inicial del asunto se descorrió el velo sobre un caso de película que ahora tiene su broche. Una secuencia fuera de lo común por el hecho de implicar a dos abogados, por la historia de una estafa descubierta que asomó como motivación homicida y por los detalles extravagantes de la investigación judicial.

Ex jefe de asesores de la Fiscalía de Estado de Santa Fe y especialista en Derecho Civil, Peyrano es un abogado de amplia trayectoria también por el ejercicio particular de la profesión. Fue sorprendido cuando la noche del 18 de mayo de 2015 caminaba hacia su domicilio, después de guardar su auto en una cochera, en España y Córdoba, a metros del Arzobispado de Rosario. En ese momento un hombre, desde atrás, le disparó un balazo en el cuello y huyó sin robarle nada.

Fue un ataque a quemarropa que por milagro no fue fatal. Por distintas circunstancias Peyrano entrevió que detrás de un hecho que no tenía ninguna característica de delito común y que casi le cuesta la vida podía estar gente que un par de años antes intentó quedarse con un campo en Cañada de Gómez y un departamento en Rosario que tenía su consuegra.

Peyrano había litigado para poner ese caso al descubierto y desbarató el fraude que terminó en condena, tanto para Alejandro Mercado como para su madre, que no pudieron apoderarse de esos inmuebles.

 Ex jefe de asesores de la Fiscalía de Estado de Santa Fe fue sorprendido cuando la noche del 18 de mayo de 2015 caminaba hacia su domicilio, después de guardar su auto en una cochera, en España y Córdoba, a metros del Arzobispado de Rosario. En ese momento un hombre, desde atrás, le disparó un balazo en el cuello y huyó sin robarle nada. 

Precisamente el abogado Alejandro Mercado, que hoy tiene 49 años, fue quien terminó identificado como el autor de los disparos contra Peyrano y condenado a ocho años de prisión por intentar matarlo con un arma de fuego. Esa condena confirma definitivamente la Corte Suprema nacional.

Una novela negra

Tres años después del intento de asesinato de Peyrano hubo una novedad sobre Alejandro Mercado que se mantuvo prófugo en ese lapso. Pero no en Rosario sino en Marcos Júarez. En esta ciudad de la provincia de Córdoba lo arrestaron luego de haber merodeado la casa de un productor agropecuario de esa ciudad. Lo atraparon luego de colocar un navegador satelital en un auto de esa familia. Cuando lo detuvieron, a metros del lugar y mientras escapaba, llevaba puesta una peluca y gruesos anteojos oscuros. Este extraño pormenor estaba llamado a ser decisivo en la pesquisa.

El dueño de la casa donde estaba el auto al que le colocaron el GPS, Diego Bermejo, era hijo de un hombre que fue víctima de una estafa con un campo por 40 millones dólares. Por ese fraude el padre de Alejandro Mercado, llamado César Manuel Mercado, fue condenado a 3 años de prisión por en Rosario. Ese caso de estafa quedó cerrado en octubre de 2017 cuando la Corte Suprema de Justicia de la Nación convalidó la condena. Dos meses después de que eso pasara Alejandro Mercado fue detenido frente a esa casa de Marcos Juárez en un acto que un fiscal cordobés consideró que tenía “fines de seguimiento, extorsión o amedrentamiento”.

La fiscal Marisol Fabbro requirió que lo trasladaran a Rosario y le imputó el intento de matar al decano de la UCA. Lo decisivo para la acusación fue una muy particular rueda de reconocimiento. Cualquiera que hubiera llegado a esa medida habría pensado que alguien montó ahí una humorada. El motivo: los ocho hombres que aparecían en las fotografías lucían con peluca y espesos anteojos oscuros. No era un chiste ni una extravagancia. Ocurre que el único testigo del caso había dicho en su momento que el que disparó a Peyrano tenía lentes de gruesa montura negra y peluca, aunque nunca hubo nadie individualizado como autor. El testigo miró largo rato entre las ocho imágenes y eligió la número seis. Era la de Alejandro Mercado.

Para llegar a esta medida hubo una batalla judicial. El acusado resistió todo lo que pudo prestarse a la rueda de reconocimiento. La fiscal Fabbro dijo que hacer el trámite “a cara limpia” era insensato porque su teoría del caso se basaba en que “el agresor en los casos que se aprestó a cometer un delito había usado peluca y lentes”. Por lo tanto, todos en la rueda debían ir así caracterizados.

La fiscal remarcó esos detalles porque al momento de ser atrapado en Marcos Juárez, el abogado Mercado llevaba puesta una gorra, una peluca y anteojos de armazón oscuro. Fabbro señaló que una pericia sobre la fotografía de Mercado tras ser detenido arrojó un 75 por ciento de coincidencia con el fotofit confeccionado por el testigo del ataque a Peyrano.

Cuando declaró poco del intento de homicidio, este testigo dijo que estaba a pocos pasos de Peyrano cuando escuchó dos disparos de un arma de fuego. Que cuando se acercó al abogado para ayudarlo, dado que el herido se había caído a la vereda, el agresor le pasó por al lado. “Se quedó unos instantes de frente, parado a unos metros, mirándome fijo. Tenía una mirada penetrante”, sostuvo. Agregó que no tenía ninguna duda de que podría reconocerlo en caso de verlo en otra oportunidad.

El trámite siguió hasta que a Mercado lo condenaron a ocho años de cárcel. La Cámara Penal de Rosario confirmó esa pena en 2021. En el voto principal de la confirmación, la camarista Georgina Depetris señalaba que el fallo se construye sobre tres ejes ensamblados con tal lógica que permiten advertir que los hechos de los que fueron víctimas Peyrano y Bermejo (el empresario de Marcos Juárez) fueron cometidos por el mismo autor, y que ese autor es Mercado. Los ejes son la similitud del conflicto con la familia Mercado, el primero. La similitud física del autor y el uso de la peluca como modus operandi. Y la ausencia de conexión entre los testigos que advirtieron ambos hechos, el de Rosario y el de Marcos Juárez, que lo sindican de manera indudable.

La defensa recurrió la condena hasta llegar al máximo tribunal nacional. Que esta semana, con la firma de Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti desestimó el planteo. De esta manera, la condena de Mercado quedó firme.