
El proyecto, que comenzó como un desafío autodidacta, se ha convertido en un fenómeno turístico inesperado. Sin embargo, el constante flujo de visitantes ha sobrepasado las posibilidades de Marchetti, quien ha decidido poner la torre a la venta. “Hace dos días esto fue puesto a la venta. Recibo llamados continuamente tanto del país como de países vecinos en ofrecimiento para buscarle un lugar más correcto a esta obra”, comentó.
La réplica, que cuenta con más de 86 piezas abulonadas y fue construida de manera completamente manual, ha traído complicaciones logísticas para su creador. “Yo no sabía que iba a ser la primera del mundo construida por una sola persona, lo supe después, creo que nadie sabía que esto iba a pasar”, admitió en diálogo con Puntal AM.
A pesar de haber intentado gestionar la afluencia de turistas cobrando una entrada mínima, Marchetti se ha visto superado por la situación: “Ayer empecé a las 9 de la mañana y terminé a las 7 de la tarde, ni un traguito de agua pude tomar por la cantidad de gente que vino”.
Marchetti ha recibido varias ofertas, tanto de particulares como de municipios interesados en trasladar la torre a un lugar más accesible para el público. Sin embargo, el artesano no oculta su apego a la obra: “Si se va, yo lo hablé con mi señora, volveré a hacer una pero de 10 metros para ocupar el espacio que tenía esta”.
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