
El presidente Javier Milei sigue sin ver los daños sociales que está causando a los argentinos y se muestra convencido de que su «cambio estructural», asi lo denomina, es positivo, es por eso que sigue diciendo que quienes no piensan como él «no la ven» y quienes «detestan» su presencia en el poder «estan equivocados en lo que pensaron estos 40 años».
«No pueden pisar la calle porque si la gente los conociera los lincharía. Eso es lo que no pueden ver, no lo quieren ver porque tendrían que aceptar que todo lo que hicieron estuvo mal. Es un problema de falta de autocrítica, tiene que ver con eso el ‘no la ven’», dijo Milei en una entrevista desde Estados Unidos con La Nación+, su organo oficial de difusión.
Sobre el conflicto con Chubut, criticó al gobernador, Ignacio Torres, al que llamó «un pobre chico que no está en condiciones de leer un contrato» y por eso amenazó con interrumpir el envío de petróleo y gas de la provincia al resto del país en reclamo de una deuda de fondos coparticipables de la Nación.
«Pobrecito, Nachito, es un pobre chico que no la ve. No puede leer ni un contrato. Es de una precariedad intelectual muy grande».
Es sabido que en política a los enemigos se los construye cada uno, según si visión de la «realidad»; y evidentemente para Javier Milei sus máximos y más temidos enemigos son el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora y el de Chubut, Ignacio Torres, de quienes hala todo el tiempo de manera denostativa.
Así como volvió a atacar a Torres, sobre el gobernador cordobés Milei dijo, “El gobernador de Córdoba gastó 28 mil millones de pesos en pauta oficial para que los periodistas hablen bien de él. Debe tener un problema de autoestima que necesita que lo adulen. Eso no tienen por qué pagarlo los cordobeses”, en lugar de ajustar eso o de ajustar en los festivales y demás, básicamente decidió subirle las tarifas a la gente en un monto mucho mayor a lo que equivalía al subsidio, echarle la cupla al gobierno Nacional, lo cual es una falsedad”.
“Esto quiere decir que no está dispuesto a ceder ninguno de los privilegios de casta sino que está dispuesto a cargárselo a los cordobeses diciendo que es culpa mía. En el resto de las provincias está pasando lo mismo”, indicó Milei en una evidente y terrible contradicción, señala a Llaryora como símbolo del mal, así funciona su pensamiento binario entre bueno o malo, pero en la misma frase dice, «en el resto de las provincias está pasando lo mismo”, o sea que no es Llaryora solamente, son todos los gobernadores; es decir que él único que tiene la verdad es él y todos los gobernadores argentinos están equivocados.
El futuro es incierto, el presidente no da ninguna muestra de consenso ni diálogo, y de esa manera no hay futuro.