
Las causas de este aumento tienen que ver con la escalada inflacionaria, la última devaluación y el impacto del incremento en los combustibles.
Según el relevamiento hecho por los almaceneros, los productos que más aumentaron son aceite, fideos, harina, jabón líquido, detergente, galletas, dulce de leche, queso cremoso, yogur, manteca y carne.
Para fin de mes, se proyecta un aumento del 34 por ciento en la canasta alimentaria, mientras que se estima una inflación del orden del 30 por ciento.
Esto se debe a la inercia inflacionaria que ya tiene un ritmo propio, como consecuencia de lo acumulado en meses anteriores.
En el mes de noviembre, la inflación fue del 14,6%, con una Canasta Básica Total de $ 426.400 y una Canasta Básica Alimentaria de $ 253.691.
El incremento de los alimentos durante ese mes fue del 16,4 por ciento.
La primera de ellas marca la línea de pobreza, en tanto que la segunda, la de indigencia.
El combo de la alta inflación y los bajos salarios hace que hayan caído las ventas de alimentos y los consumidores se vean limitados a seleccionar los productos más indispensables.
De ahí que los almaceneros señalan que hay alimentos que se dejaron de consumir como la mayonesa, el dulce de leche, la manteca y la carne.