A las 5:11 de la madrugada, los diputados convirtieron en Ley la nueva regulación para los contratos de alquileres, cuyo dictamen de mayoría había sido impuesto por la oposición en la Cámara Baja pero fue modificada por el oficialismo en el Senado.
Con 128 votos afirmativos contra 114 negativos, la norma establecerá a partir de ahora que los ajustes de los precios se pueden pautar cada 6 meses como mínimo y se contemplará para eso el índice Casa Propia, que fue diseñado por el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat y computa como válida el alza menor entre el promedio del 0,9 por ciento de variación salarial publicado por Indec y el coeficiente de Estabilización de Referencia del Banco Central. Por lo demás, el plazo de los contratos permanecerá en 3 años, como estipulaba la ley vigente.
La discusión sobre el proyecto arrancó después de las 4 de la mañana, cuando los legisladores ya llevaban casi 15 horas de debate desde el inicio de la sesión.
El primer diputado en tomar la palabra fue el titular de la Comisión de Legislación General, Lucas Godoy, quien defendió las modificaciones de la Cámara Alta, centrándose sobre todo en que el período de actualización del precio se había fijado en 4 meses el pasado 23 de agosto y los representantes de las provincias lo extendieron a 6.
En representación del macrismo, expuso su postura el diputado Pablo Tonelli, quien atribuyó a la “Ley Lipovetzky” la “enorme retracción de viviendas para alquilar”. “Al momento de sancionarse la ley, la oferta oscilaba entre unas 7 mil y 8 mil unidades de oferta; hoy en día la oferta se ha reducido a bastante menos de mil. Hoy por hoy está en el orden de las 500 unidades”, lanzó, y postuló que el saldo “perjudica a los inquilinos y les impide negociar en igualdad de condiciones los términos del contrato”.
A su turno, el legislador Itai Hagman citó un informe de la Fundación Ebert, acerca del mercado inmobiliario y los alquileres tanto en Lationamérica como en Europa, para marcar que “la idea de que tener una ley de alquileres es un invento exótico de la Argentina es absolutamente falsa”. Además, planteó que en Capital Federal la oferta de casas para alquilar creció hasta el primer trimestre del año 2022 y el derrumbe se produjo al cabo del segundo trimestre, mucho después de la entrada en vigencia de la regulación sancionada por el Congreso en 2020.
Finalmente, la diputada Paula Penacca fechó el inicio del problema en 2018, con la devaluación que se produjo antes y la que se replicó después del Mundial de Rusia y tras el acuerdo con el FMI durante el gobierno de Cambiemos. “En el año 2018 se llega a una devaluación anual de 100% y por lo tanto la expectativa de propietarios e inmobiliarias no coinciden con lo que logran ganar. Y esto lo dice Reporte Inmobiliario, que no es un pasquín kirchnerista”, expresó, y leyó un fragmento de un artículo publicado en 2021: “a pesar de mejorar, el alquiler rinde la mitad que en 2017”.
Entre los cambios introducidos por el Senado figuran también la eliminación de la imposición al inquilino para efectuar pagos por adelantado y la fijación del valor del alquiler en moneda nacional, lo mismo que la publicidad o los avisos con el precio de los inmuebles en oferta.
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