
La titular del Sindicato de Personal de Casas de Familia (Sinpecaf), María Bertea, compartió en RadioEstacion 102.5 detalles sobre el reciente aumento salarial para este sector, destacando los desafíos culturales que persisten.
Bertea expresó satisfacción por el aumento salarial progresivo: «Estamos contentas porque no vamos quedando tan atrás de los otros salarios y de la inflación. Las empleadas de casa y familia tienen derecho a un trabajo bien remunerado, considerando la complejidad de sus responsabilidades».
Enfatizó la importancia de reconocer el trabajo de las empleadas domésticas como un servicio con costos asociados: «Los servicios tienen costos. El trabajo de las empleadas de casa de familia no es fácil y merece ser valorado adecuadamente».
Bertea abordó la vulnerabilidad de las empleadas domésticas, señalando casos de maltrato psicológico y la necesidad de cambiar percepciones culturales: «Todavía nos falta mucho para considerar a la empleada de casa de familia como una empleada común y corriente. Son vulnerables y subestimadas, y eso debe cambiar».
La líder sindical también discutió la falta de registro formal de empleadas: «El inconveniente persiste, aunque ha habido ciertos avances con programas como ‘Registradas’. Algunos empleadores han registrado a sus empleadas, aprovechando subsidios del Estado».
Bertea destacó la necesidad de cambiar la percepción cultural sobre el trabajo doméstico: «Culturalmente, necesitamos considerar a las empleadas de casa de familia como empleadas más, con derechos y obligaciones similares a cualquier otro trabajador».
«Es triste que aún tengamos que luchar contra estigmas y falta de reconocimiento. Necesitamos un cambio profundo en la forma en que se valora este trabajo», concluyó.